19.8.10

“Esto no es una reseña”

Sin embargo quiero remitirme a la noche de carteles del 18 de agosto, una noche muy enseñante acerca de la pregunta que la convocó.
¿Para que sirve el cartel?
Me quedo con las respuestas que más me impactaron:
- Hacer existir un nuevo lazo social.
- Sirve, tanto como uso, como lo que cierne.
- En relación al saber no solo como ganancia, sino también como acontecimiento.
- Producción de un remolino, como tratamiento libidinal al síntoma del pegoteo como efecto de lo grupal.
En la conversación, por cierto muy animada, también se tocó el punto del producto, la elaboración de cartel y sus diferencias, si las hubiera, en relación a, estado de trabajo y producto final.
En ese tema me he quedado pensando: todos sabemos de los efectos que el dispositivo de cartel produce en los sujetos, a nivel epistémico, a nivel libidinal.
Todos sabemos del estrecho anudamiento del cartel y el análisis personal… y es allí que propongo pensar, también como producto de cartel, y de otro orden quizás que el escrito, las experiencias, -que escuchamos también en la noche del miércoles-, por ejemplo de quien empezó un análisis a partir de su participación en un cartel, quien cambia, por elegir la orientación lacaniana, un análisis de otra orientación.
La elucidación, en relación a la pregunta que a cada cual convoca y que es la causa del cartel, a partir seguramente de un agujero en el saber, la inserción en ese dispositivo libidinal, con otros,
no puede ser sin consecuencias.

Roxana Chiatti

No hay comentarios:

Publicar un comentario