22.8.10

El cartel una practica anti reaccionaria


Por Mariana Gómez

En 1964 Lacan creaba su primera Escuela. Recuerda Miller que en esa época la idea del trabajo en grupos chicos estaba a la orden del día en la Sorbona. Esto fue gracias a los estudiantes de Letras que reunidos en un sindicato promueven la necesidad de lo que ellos llamaban los G.T.U. (grupos de trabajo universitario). Invitaban a trabajar a sus compañeros. A trabajar juntos sobre una base de iguales, sin los profesores o, al menos, con la menor cantidad posible de ellos. Como modo de oponerse al curso magistral, práctica que era considerada reaccionaria.
Esto era un poco lo que se gestaba en la antesala de lo que sería el Mayo Francés. Tenía que ver con estar a favor de un movimiento anti autoritario.
Es en el marco de estas condiciones de producción, en 1964, que Lacan crea su primera Escuela. En su Acta de Fundación, introduce el dispositivo del Cartel, tomando un poco el espíritu de la época y dice: “para la ejecución del trabajo adoptaremos el principio de una elaboración sostenida en un pequeño grupo”.
Allí Lacan usa varias veces la palabra trabajo y en relación al cartel no lo plantea como un fin en sí mismo, sino como un medio para conseguir algo. Dice: para la ejecución del trabajo. No dice para ejecutar un trabajo, sino para ejecutar el trabajo.
Lacan, poco antes de fundar la Escuela de la Causa Freudiana, propone el Cartel como “órgano de base” del trabajo de Escuela. Es decir, plantea el Cartel como uno de los pilares de la Escuela. Una semana mas tarde, Lacan insiste y pide a los analistas que se junten bajo esa modalidad de trabajo: “Vayan. Júntense varios, péguense unos a otros el tiempo que haga falta para hacer algo y después disuélvanse para hacer otra cosa (….) sepárense para no quedar pegados irremediablemente”.

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