El cartel es el dispositivo propuesto por J. Lacan para la Escuela, cuyo objetivo es encausar y orientar las investigaciones de quienes deseen examinar y estudiar un tema a elección.
A partir de la reunión de cuatro interesados congregados a voluntad propia, procederán éstos a la elección de quien ocupará el lugar de Más Uno, quien tendrá la función de orientar e impulsar el trabajo colectivo, remitiendo a cada uno de los integrantes a ubicar y sostener un trabajo de elaboración en torno a un rasgo particular que quedará inscripto en la Escuela a nombre propio.
Así, contando con la conversación y el lazo a los demás participantes, cada cual avanzará en su investigación personal.
Pueden conformar un cartel todos aquellos interesados en la Orientación Lacaniana como marco para conducir sus inquietudes teóricas y clínicas; no es preciso poseer un vínculo de miembro o adherente con la Escuela, la convocatoria es abierta. Salvo excepciones, el orientador sí deberá ser miembro de la institución.
El cartel puede iniciarse en cualquier momento del año, siendo una experiencia de duración variable (máximo dos años) para luego disolverse y dar lugar a nuevos carteles y nuevos lazos; la permutación de los integrantes como de quien orienta la investigación está en el principio mismo de la lógica del cartel y de la Escuela.
Dicha lógica, presentada por Lacan como una ‘lógica colectiva’, ubica la función de lo colectivo como una instancia necesaria para el avance en cuanto al saber que es posible obtener por cada uno.
Limitando en lo posible los efectos identificatorios inherentes a toda actividad grupal, su estructura y funcionamiento apunta a producir la heterogeneidad necesaria para dar lugar a los aportes singulares de los cartelizantes.
Una vez ubicado un punto de no saber inicial es preciso ser orientado por Otro en relación a la profusión de referencias, y principalmente en relación a la enunciación que pone en juego cada cual en el intento de producir un nuevo saber.
El Otro ocupa allí el lugar de quien es capaz precipitar el avance de esta lógica.
Así, el cartel es una de las bases de la formación del analista en tanto que a partir de diferentes temas epistémicos, clínicos y/o políticos es posible producir como saldo una enunciación renovada, siendo esta novedad el producto individual del trabajo con otros.
Existen además canales de publicación para este saldo obtenido en el recorrido de la experiencia; principalmente las Jornadas Nacionales de Carteles de la EOL, las Noches de Carteles en la Escuela, el Cuaderno de Navegación en la web, y otros.
Comisión de carteles
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